Hay quien comparte lo que sabe

Manejo últimamente en la red un par de instrumentos maravillosos basados en gente que sabe y que comparte lo que sabe. Uno es todo un portal dedicado a la gestión de asociaciones, ONG y proyectos sociales y de cooperación al desarrollo en el que, de verdad, hay tantas herramientas a disposición de quien lo necesite, que te quedas así como embobada, con la baba cayendo, de lo bonito que es, fíjate lo que te digo. Se llama Solucionesong, y si estáis en alguna asociación o ONG, pequeña o grande, y aún no lo conocéis, os ayudará mucho.

Incluye canales temáticos sobre cualquier área de gestión: proyectos, fiscalidad, informática, captación de fondos, gestión del volunariado y muchos más. También hay información sobre cursos de formación en toda España (presenciales y on line), un espacio de noticias y una herramienta de asesoría que creo que resume perfectamente el espíritu del proyecto. Hay una “comunidad” se asesores voluntarios que responden a las consultas que se plantean. Todo ello impulsado por la Fundación Luis Vives y la Fundación Chandra. Gente guapa.

Y también basado en ese espíritu de compartir lo que se sabe, está WordReference, que para los que traduzcáis textos será como vuestro segundo hogar, como vuestra red de funambulista, como vuestro flotador de patito, como vuestra hada madrina... Vale, ya paro. Además de diccionario en varios idiomas, lo que no encuentres puedes buscarlo o preguntarlo tú mismo en los foros. Por cierto, os dejo, que me acaban de contestar sobre una duda que tenía con “side-payments”, que podría ser algo así como “soborno” (ummm, estoy traduciendo sobre el futuro de las políticas sociales, mal vamos).
Como siempre digo (con un éxito bastante escaso, la verdad), si conocéis más herramientas de este tipo para compartir, contadlo aquí. Estamos deseando saber.

Hoy celebramos...

¡Que la Fiscalía iraní ha anunciado la suspensión de la pena de muerte para menores!

Y lo celebramos por lo que supone de avance en el respeto a los derechos humanos, y porque es el resultado de la movilización de Amnistía Internacional y de otras muchas organizaciones, que con su presión, con las firmas recogidas y con muchas más acciones, lo han conseguido. Así lo cuentan los de Amnistía:

“Behnoud Shojaee, Mohammad Feda’i y otros jóvenes condenados a pena de muerte en Irán vivirán para contarlo gracias a la presión que entre todos hemos sido capaces de crear. ¿Puede haber una satisfacción mayor que la de salvar una vida?

Creemos que no. Por eso, tras décadas de lucha para que el mundo sea un lugar sin pena de muerte, tras la suspensión de las lapidaciones y ahora de la pena de muerte para menores, estaremos alerta para que no haya retrocesos en estas decisiones. Además, seguiremos trabajando para que el siguiente paso sea la abolición total de la pena de muerte en Irán, y no pararemos hasta acabar con las ejecuciones en todo el mundo”.

Pues nada, cuando nos pidan más firmas de apoyo, las daremos.

(Fotografía: Amnistía Internacional)

Visibilidad en la cumbre

No, hoy no voy a hablar de montañismo, sino que vuelvo a la carga sobre la cuestión de la crisis económica porque no hay día que no tenga su miga. Estoy volviendo a empezar a leer (segundo intento) “El malestar en la globalización”, un libro que ha sido muy famoso en los últimos años, del premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, ex asesor de Clinton y ex economista jefe del Banco Mundial.

En él, un tipo tan poco sospechoso de “echado al monte” como Stiglitz pone a caer de un burro, precisamente, a las instituciones económicas globales, dominadas por las potencias económicas, y su defensa hipócrita de las bondades del libre mercado. Hipócrita porque los países que las defienden –los ricos- se las imponen a los demás –los pobres-, pero no se aplican el cuento en casa (véanse las recientes nacionalizaciones “temporales”). Ahora vemos que también las imponen sobre sus ciudadanos pobres, pero no sobre los ricos, por cierto, porque hay muchas ayudas para los bancos pero ninguna extra para los que se quedan sin trabajo.

En fin, que empiezo a leer el libro –escrito en 2002, en medio de la bonanza general- y me pongo a pensar en qué pasará ahora que ha estallado todo. Qué pasará sobre todo en la (supuestamente) crucial cumbre convocada por el inefable Bush para que los bomberos pirómanos del mundo (el G-8) y los aspirantes a potencias económicas del G-20 “refunden” el sistema económico internacional.

Y sigo pensando y veo a Zapatitos y Rajoy, y sus secuaces, en medio de una de esas típicas discusiones de patio de escuela infantil que montan ellos (yo creo que porque no dan para más, pero que también les sirve para mantenernos anestesiados, distraidos, para cansarnos). En esta ocasión, va sobre si España estará en la cumbre o no. Y de para qué quiere ir España y qué es lo que quieren proponer allí, oiga usted (como diría Rajoy) no dicen ni “pamplona”. Este es el nivel de respeto que nos tienen, tal cual.

Así que hay que empezar a preguntar esto en voz muy alta, en los espacios en que podamos, en las webs de los periódicos, en los blogs, en las manifestaciones que se están convocando para el 15 de noviembre, y empezar a proponer cosas.

Una de los primeros comentarios que hace Stiglitz en el prefacio del libro es que se puso muy contento cuando en la crisis financiera global de 1997-98 (esa que se originó en el Sudeste Asiático y que ahora parece tan light) se puso mucho énfasis en la necesidad de transparencia, pero que luego se entristeció mucho al darse cuenta de que quienes la pedían para Asia, –EEUU y el FMI- eran lo menos transparente que se había encontrado en la vida. Y esa falta de transparencia (y escrúpulos) es lo que está en el origen del caos presente.

Y sigue diciendo que había que “mejorar la información que los ciudadanos tienen sobre lo que hacen las instituciones, permitiendo a los afectados por las políticas que puedan tener más voz en su formulación”. Claro, esto se supone que es lo adecuado en una democracia, pero ¿podemos? ¿Volverán a hincharse a hacer grandes declaraciones para que todo siga igual?

Tenemos que empezar a hablar alto y claro, a despertarnos de la anestesia, a exigir visibilidad en la cumbre. Porque la factura la pagamos nosotros, recordad, no los que asitirán, Zapatitos incluido (o no).

Ecoescuela

Hoy os cuento una inciativa muy buena de un colegio público de Oliva (Valencia), el Virgen de los Desamparados, que lleva desde el 2004 inmerso en una experiencia educativa de educación ecológica muy buena, que han llamado “ECOeducare”. Es todo un ejemplo de trabajo por parte de toda una comunidad escolar para la mejora del entorno, y de las personas. Os ofrezco aquí un resumen del relato que el propio Comité Ambiental del cole hace de su trabajo:

“El primer curso abordamos el tema de los residuos, porque lo conocíamos más y por lo tanto, nos resultaba más fácil de trabajar. A las familias también les resultaba más próximo y eso facilitaba su participación. Acordamos en la primera reunión del comité ambiental que era necesaria la participación de las familias en el proceso, que no podía quedarse solamente en una experiencia más del centro.

Así pues, durante el curso 2004-05 todo un rosario de propuestas llegaron a las familias para reducir, reciclar y reutilizar los residuos (las 3 R: reduïm, reciclem, reutilitzem). Propuestas como: la prohibición de usar papel de aluminio, de evitar los brics de 250 cc y en general, aquellos productos envueltos individualmente (a veces parece que compremos más envoltura que producto), o la de reutilizar el disfraz de años anteriores para carnavales, y que las familias han aceptado de buen grado (siempre con las excepciones que confirman la regla).

Igualmente, instalamos papeleras de recogida selectiva tanto en las clases como en los patios. Además, en el centro colocamos también un compostador y tenemos un servicio de recogida selectiva de pilas (a través del ayuntamiento de Oliva) y de CDs y DVDs y cartuchos vacíos de tinta por impresoras (estos dos a través de empresas privadas).

Para el curso 2005-06 nos propusimos el objetivo de mejorar las zonas verdes de la escuela (per una escola més verda). Al mismo tiempo estudiamos la situación de nuestro entorno (vivimos en una zona agrícola, con monocultivos de naranjo, en la que la agricultura tiene cada vez menos peso). Uno de los puntos que abordamos fue la agricultura ecológica, los beneficios que tiene para la salud y para el entorno. La propuesta de este año incluía: la participación de las familias en la mejora de los jardines de la escuela (han traído muchas plantas y han colaborado económicamente en la compra de árboles a través de “el arbólmetro”); la instalación por parte del ayuntamiento de riego por goteo en las zonas verdes para poder ahorrar agua; y la plantación de muchas plantas y árboles diferentes por parte del alumnado.

Durante el curso 2006-07 el tema abordado fue el ahorro de agua y energía (tanca l'aixeta, apaga el llum). Aparte de los consabidos mensajes a las familias, conseguimos la sustitución de un termo eléctrico por otro solar, y varias conferencias y mesas redondas.

Finalmente, este curso (2007-08) hemos vuelto a proponer como objetivo, mejorar y aumentar las zonas verdes (més verd, més viu), Para el día del árbol, ofrecimos a cada familia un plantón de pino para que lo plantaran (casi 300 árboles) y nos trajeran una foto del acto. Con las fotos hicimos una exposición. Hemos plantado 24 árboles en el patio del centro en zonas de asfalto, mediante un convenio con el ayuntamiento (nosotros hacíamos los agujeros y ellos ponían el árbol), otros 6 en la zona de juegos de infantil, unos 50 para repoblar la valla perimetral del centro, y varias decenas de plantas, bulbos y arbustos por los jardines del centro.

Para el curso (2008-09), el comité ambiental ha propuesto introducir al alumnado en la agricultura ecológica mediante la implantación de un huerto escolar. Para ello se han reservado unas parcelas en el seto perimetral del centro.

En el trabajo diario da la sensación que la escuela sigue igual, que no hacemos nada, que quedan muchas cosas por hacer, pero al echar la vista atrás, realmente se han conseguido muchas mejoras para el centro. Lentamente pero sin pausa, se van consiguiendo los objetivos propuestos.”

El colegio también ha organizado una quincena de alimentación ecológica en su comedor. Lo hicieron a finales del curso pasado. El coste por menú servido sólo aumentó en 69 céntimos. “Después de estos resultados, se propuso a la empresa de catering realizar el menú ecológico para el curso entero. La propuesta fue aceptada y desde ese momento estamos sirviendo un gran porcentaje de alimentos biológicos en nuestro comedor escolar”, dice el Comité Ambiental del cole.

Sólo aparece un “pero”, pero muy importante, en toda esta experiencia maravillosa y enriquecedora. El colegio ha hechado en falta en todo este proceso “la ayuda y el apoyo decidido de los organismos oficiales que se deberían implicar más en el tema”. Algunas iniciativas vascas similares, como la del Colegio Público Serrantes, de Santurtzi, Bizkaia) han tenido más suerte.
Esta historia, más ampliada, aparece en el último boletín del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) una ONG de desarrollo muy interesante que tiene su sede en Valencia. Os animo a que visitéis su web.