21 may 2009

Redes sociales contra la pobreza


La Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) ha publicado un artículo muy interesante sobre el papel de las redes sociales y, en general la web 2.0, en la lucha contra la pobreza.

Hay ejemplos de webs indias o estadounidenses que ponen en contacto a personas que quieren invertir con personas de países en desarrollo que tienen pequeños proyectos empresariales, y muestras de proyectos de utilización de blogs y páginas web en programas de empoderamiento para mujeres de Congo, o para mejorar el desarrollo agrícola en países como Ghana.


Y también hay ejemplos de utilización de la web 2.0 para movilizar conciencias e impulsar cambios de raiz. Por ejemplo, “En mi nombre”, un nuevo canal de YouTube creado a iniciativa de varias ONG para movilizar en la lucha contra la pobreza y las desigualdades, con mensajes para que los gobiernos cumplan sus compromisos.


Pincha aquí para acceder al artículo de la APC.

13 may 2009

Clase alta


¡Estoy más contenta! Resulta que me acabo de enterar de que, cuando tenía trabajo, yo era de clase alta. Eso es lo que me acaba de decir mi gobierno al asegurar que cuando ganas menos de 24.000 euros eres clase media o baja, y si ganas más no lo eres. Ya digo que yo ahora estoy en paro y se me ha agotado la prestación, por lo que no debo de ser ni “clase”. Pero antes ganaba un poco (poco) más de 24.000, vivía en Madrid, cedía a Hacienda (a petición suya) el 18% de mi sueldo, otro poquito para la Seguridad Social, pagaba mi hipoteca.... y era de clase alta. A todo trapo, oiga, días de glamour sin fin, fiestas, viajes, ropa, gadgets. Sin miramientos.


Ya les digo que yo era tan de clase alta que Hacienda me devolvía lo mismo que a Carlos Fabra, el presidente de la Diputación de Castellón (PP) al que tantas veces le ha tocado la lotería, y al que tantos pisos y fincas le han reglada sus amigos, buenos amigos, no como los mios. Me devolvía Hacienda algo más de mil euros (igual que a Fabra) por lo del pago de la hipoteca de mi vivienda habitual . Mi vivienda es de 45 metros cuadrados muy bien aprovechados en una finca de más de 150 años en el barrio de Lavapiés, por la que además de la hipoteca tenía que pagar derramas constantes de más de 100 euros al mes para los arreglos de una finca con tanta solera. Los muebles, del Ikea, a la última, no me corto.


En fin, que como con más de 24.000 euros ya eres clase alta, pues el gobierno ha decidido eliminar esas desgravaciones por compra de vivienda a partir del 1 de enero de 2011. Y la ministra del ramo lo explicaba muy bien hoy en TVE. Decía que la culpa de que hayan subido tanto los precios de la vivienda era de esas malditas, infames, avergonzantes desgravaciones.


¡Vaya, un análisis innovador, muy al estilo del I+D que tiene que ser la base de nuestro nuevo modelo económico! Resulta -dice el gobierno- que la culpa de la subida de los precios no era la especulación de los ayuntamientos con el suelo público para financiarse, ni la corrupción urbanística (¿cómo financiaban los promotores sobreprecios, comisiones, bolsas de basura? ¿de su propio bolsillo? ¡Qué generosos!), ni de la avaricia voraz del sector inmobiliario. No hombre, no: eran las desgravaciones de Hacienda.


Menos mal que el gobierno está atento, al quite, para ayudarnos. Eso sí, voy a esperar un poco a ver si me explica el gobierno quién puede comprar una vivienda en una gran ciudad española con un sueldo inferior a 24.000 euros. Y qué banco les va a conceder la hipoteca.

10 may 2009

Pura delicia: música para la paz

Playing for change es una organización estadounidense que trabaja en favor de la paz a través de la música. Con artistas de la calle y grupos tradicionales de todos los continentes quieren hacer llegar el mensaje de que se puede hacer mucho más por este mundo si trabajamos juntos. Tienen unos cuantos trabajos ya, pero arrancaron con este "Stand by me".

6 may 2009

El 0,7 por ciento de tus impuestos





Que levante la mano o tire la primera piedra quien alguna vez no haya dicho o sentido que Hacienda somos todos, pero unos más que otros. Nos acordamos de ello, sobre todo, en esta época del año porque toca ajustar cuentas sobre nuestra aportación al sostenimiento del Estado y los servicios públicos. Y es ahora cuando las ONG nos recuerdan que no olvidemos marcar la casilla de Fines Sociales. Con ese gesto conseguimos que el 0,7 por ciento de nuestra cuota íntegra se dedique a los programas de ayuda a las personas más desfavorecidas que estas organizaciones llevan a cabo. Sin coste adicional alguno, hay que decir.

En la campaña de este año, las ONG recuerdan que las necesidades sociales están creciendo con la crisis. Por ejemplo, hay un dato que repiten hasta la saciedad los informativos: en más de 800.000 hogares todos sus miembros están sin trabajo.


Pero también hay otra cifra reciente que, por cierto, apenas ocupó las noticias durante un día (y fue poco antes de los deportes, una breve referencia, ¡indignante!): uno de cada cino españoles vive por debajo del umbral de la pobreza. Podemos ir por la calle, y contar: uno, dos, tres, cuatro y¡zas!, cinco. Esa persona vive en la pobreza. Haz el ejercicio en el autobús, o en el metro. Uno de cada cinco, sobre todo personas mayores con pensiones insuficientes, madres solas y niños. ¿Habéis oido hablar de esto a políticos, periodistas o tertulianos?


En fin, con el 0,7 por ciento los impuestos de todos los que pongamos la X en la casilla de fines sociales, las ONG dicen que realizarán más de mil proyectos para mejorar las condiciones de vida de cinco millones de personas en nuestro país, además de otros cientos de proyectos en países pobres. Porque, además, y ésta tendrá que ser nuestra siguiente denuncia, digo yo, el gasto social en España está disminuyendo. Dicen las ONG que el diferencial de nuestro gasto respecto a la Unión Europea cada vez es mayor. Gastamos el 20,6 por ciento del PIB, frente al 27,2 por ciento de la media europea.


Pues nada, no te olvides de poner la X en fines sociales, que no te cuesta nada. Más información, en la web de esta campaña www.marcafinessociales.org.