7 sept 2008

Eres lo que comes


Hace tiempo que una buena manifestación de nuestra libertad -a menudo la única, casi siempre la principal- la ejercemos cuando consumimos, cuando compramos. Ese consumo -también lo sabemos-puede ser un instrumento en nuestras manos de ciudadanos. Y si no que se lo pregunten a algunas grandes multinacionales de ropa o de calzado deportivo que se han visto obligadas a cambiar algunas de sus prácticas productivas -no todas las nocivas pero sí al menos las más escandalosas, como las del trabajo infantil- por la presión de la opinión pública y el peligro que suponía para su “marca”, el principal valor que tienen muchas empresas. También sabemos lo que puede implicar nuestro consumo para el medio ambiente y cuando optamos por productos de comercio justo, fabricados en condiciones dignas para los productores de los países del Sur. Tenemos responsabilidades respecto al mundo por lo que consumimos, y también hacia nosotros. Y sobre algunas de estas cosas quiero comentar hoy.

Respect yourself!

Dentro de su campaña sobre consumo, Greenpeace nos habla de la cesta de la compra, y nos recuerda uno de nuestros derechos básicos: “todas las personas deben tener acceso a alimentos sanos, nutritivos y culturalmente apropiados, en cantidad y calidad suficientes para llevar una vida sana. algunas precauciones básicas”. Es un derecho que se invoca a menudo en situaciones de hambruna o pobreza en otras latitudes, pero nosotros también estamos desprotegidos y más nos vale defendernos. He aquí algunas de las cosas que hay que saber, para poder evitarlas:

l En las granjas industriales los animales se alimentan con piensos de baja calidad y se les suministra antibiótico de forma indiscriminada. Además, en muchos casos, los animales son tratados de forma cruel, dice Greenpeace.
l El pescado de acuicultura suele tratarse con antibióticos, pesticidas y fungicidas y se alimenta con piensos elaborados con pescado salvaje.
l En los países desarrollados se consumen muchos más productos derivados animales de los que son realmente necesarios para una alimentación equilibrada.

Alternativas a mano que sugieren los de Greenpeace:

- Consumir productos de agricultura y ganadería ecológicas: son de calidad, saben de verdad, como cuando eras una persona pequeña, no se utilizan sustancias nocivas para su producción, son frescos, suelen ser de temporada y de producción local y suponen un importante ahorro de agua y energía, porque se evitan transportes innecesarios.


- Reducir el consumo de carne, leche y huevos. Se requieren muchos recursos, energía y agua para su producción.


- Priorizar el consumo de productos de temporada y evita los procesados que contengan muchos conservantes y aditivos.
- Comprar pescado que provenga de costas cercanas y capturado con métodos selectivos de pesca. Consumir únicamente pescado salvaje y ejemplares adultos. Mis comentarios: ¿habéis visto que los productores gallegos se están quejando estos días de la competencia del mejillón ¡¡¡¡chileno!!!!! ¿Y conocéis la peli documental “La pesadilla de Darwin”. Es imprescindible.


- Evitar consumir langostinos de cría artificial, ya que para su cultivo se destruyen muchos humedales y bosques de manglares y se contaminan las costas tropicales.


- Observar detenidamente las etiquetas para comprobar que los productos que compras no contienen ingredientes modificados genéticamente. Consulta la Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos de Greenpeace.


Así que, si queréis, como esto del blog nos permite intercambiar información y que todo el mundo pueda acceder a ella, si queréis en los comentarios podemos compartir más consejos y direcciones de tiendas de productos ecológicas que conozcáis. Aquí va mi aportación:

- Madrid: A salto de mata. C/ Doctor Fourquet, 17. En pleno Lavapiés. Tienen fruta y verdura de temporada, muchos productos envasados, desde pasta y arroces hasta dulces y productos para vegetarianos, y hasta compresas ecológicas, de esas que no usan productos químicos para blanquearlas.


- Madrid y otras ciudades como Valladolid: Bajo el Asfalto está la Huerta (BAH). Son una cooperativa de consumidores y productores, autogestionarios, de lo más activistas y asamblearios, muy vinculados al movimiento antiglobalización. Hay que buscarlos en la red o en esos círculos.


- Valencia: La Llavoreta – Asociación de Consumidores de Productos Ecológicos. C/ Orihuela, 14. Tienen alimentos ecológicos y también productos para el hogar, cosas de comercio justo... Tengo unas referencias del lugar estupendas

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