1 sept 2008

¿Para cuándo poner freno a la especulación?






(Publicada originalmente el 26 de junio de 2008)

Cuando no queda ya ni pizca de carne en el cadaver de su última víctima -la vivienda-, la nómina de especuladores hinchándose los bolsillos a costa de hacer negocio con el petróleo crece. Según la Comisión de Comercio de Materias Primas de Estados Unidos, los inversores especulativos ya suponen el 71 por ciento de los que operan en el principal mercado de petróleo del mundo, el de Nueva York, frente al 31 por ciento del año 2000.

Como resultado, el barril de petróleo es ahora un 90% más caro en dólares (casi el dole) que hace tan sólo uno año, y nadie espera que vaya a parar. Los analistas de Goldman Sachs no descartan que llegue a los 200 dólares a lo largo del próximo invierno.

Lo que no entiendo es por qué los gobiernos y la ciudadanía seguimos de brazos cruzados. Los señores especuladores atacan con ánimo de lucro desaforado derechos básicos de las personas, bienes esenciales para la vida, como la vivienda, la energía y, también en estos momentos, la alimentación, otro de los sectores vitales que han caido bajo su apetito insaciable. Es decir, si tú y yo estamos pagando millonadas por tener una casa (o alquilarla), si las hipotecas no dejan de subir, igual que el precio del transporte y de productos básicos como la pasta, los huevos y la leche; si cada vez somos más pobres y estamos más atrapados en una vorágine agotadora de trabajo y consumo, es porque tenemos un sistema que permite que los especuladores se lo lleven crudo, y los de abajo paguemos las consecuencias.

Lo que está claro es que ellos no lo cambiarán si nosotros no nos movilizamos. Y que no podemos callarnos porque den 400 euros a unos o rebajen los impuestos del gasóil a agricultores o pescadores. Todo eso no son más que parches. Las personas y organizaciones que se mueven en estos temas proponen como mínimo regular y controlar los mercados (y algunas voces “oficiales” en los medios de comunicación empiezan a considerar esta posibilidad), pero, yendo más allá, también proponen reformar un sistema, el neoliberal, el de mercado, que demuestra una y otra vez que no regula naturalmente nada, que no hace ningún bien a la inmensa mayoría de la humanidad, y que más que por la ley del libre intercambio de bienes y servicios, opera bajo la ley del embudo. Adivina para quién es lo estrecho para quién.

En fin, que hay acciones por delante, y gente moviéndose. La próxima cita: a partir de este fin de semana, 28 y 29 de junio, hay varias movilizaciones en Madrid con motivo del Congreso Mundial del Petróleo, que reunirá en la capital a lo más granado de la industria petrolera, jefes de Estado y demás amigotes. Podéis tener información de actos y reivindicaciones en Attac y en las web de otras organizaciones, reunidas en el Encuentro Social Alternativo al Petróleo. Llas actividades duran hasta el 4 de julio, así que hay tiempo para pasarse por alguna si estás en Madrid.

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